De aquél imperio en el que nunca se ponía el sol, sólo quedan vestigios en negro sobre blanco, una historia contada por los conquistadores y que se hundió junto a aquella armada que se creía invencible. No es un secreto que España no funciona, pero sí que lo hacemos los Españoles; somos un buen producto que tiene un mal envoltorio y un pésimo publicista. Jamás conocí patria alguna que se autolesione tanto como la Española. Y todo esto me hace pensar que es irremediable buscar una alternativa; pasó hace siglos y se repite, no se puede luchar contra los elementos. Pero he aquí donde radica el principal impedimento a zanjar el entuerto, en los elementos; tanto los unos como los otros. Un jefe de estado inexistente que se pronunció de manera tardía, intentando salvar su honor en cinco minutos con un discurso parco en palabras y soluciones; un boceto inacabado, escrito de manera apresurada recopilando los titulares de prensa y transmitiendo un solemne mensaje de intransigencia. P
Somos Hijos de la selva; no sabemos si existen Dios, los números, las ideas o los múltiples universos; sabemos que el tiempo pasa y no puedes desperdiciarlo intentado hallar una solución a aquello que no la tiene.