Hace unos días, en otra de esas noches interminables "arreglando el mundo", estaba hablando con una amiga y se cuestionaba cómo poder "cambiar el mundo", arreglar las cosas y vivir una vida "tranquila", o al menos con la sensación de tranquilidad, puramente infundada, de la que se disfrutaba hace una década. Le comentaba que en mi opinión esta empresa es bastante más compleja de lo que parece, pero a su vez, mucho más sencilla de lo que resulta. El mundo está como está porque es así como ha de estar. Si bien es cierto que con mucho tino uno puede ver a través de la ventana que algo no funciona bien en la sociedad, también es cierto que este aparente caos mundial se equilibrará por si mismo ya que, como se expresa en la locución latina: vita mutatur non tollitur , el universo transforma las cosas en un plan claramente incomprensible por la racional mente humana y es más, me atrevería a decir que carente de sentido, en términos de un objetivo final. Un cl
Somos Hijos de la selva; no sabemos si existen Dios, los números, las ideas o los múltiples universos; sabemos que el tiempo pasa y no puedes desperdiciarlo intentado hallar una solución a aquello que no la tiene.