Hace unos días, en otra de esas noches interminables "arreglando el mundo", estaba hablando con una amiga y se cuestionaba cómo poder "cambiar el mundo", arreglar las cosas y vivir una vida "tranquila", o al menos con la sensación de tranquilidad, puramente infundada, de la que se disfrutaba hace una década.
Le comentaba que en mi opinión esta empresa es bastante más compleja de lo que parece, pero a su vez, mucho más sencilla de lo que resulta. El mundo está como está porque es así como ha de estar. Si bien es cierto que con mucho tino uno puede ver a través de la ventana que algo no funciona bien en la sociedad, también es cierto que este aparente caos mundial se equilibrará por si mismo ya que, como se expresa en la locución latina: vita mutatur non tollitur, el universo transforma las cosas en un plan claramente incomprensible por la racional mente humana y es más, me atrevería a decir que carente de sentido, en términos de un objetivo final. Un claro ejemplo de esto sucede en nuestro propio cuerpo; uno no decide dejar de ser adolescente, es algo que sencillamente sucede llegado el propicio momento. Y no puedes dejar de ser adolescente cuando lo eres, ni puedes ser adolescente cuando no le eres puesto que esta condición depende de tu naturaleza fundamental y no de criterios tomados conscientemente por una cabeza pensante. Podrías decirme que la adolescencia tiene un objetivo y en efecto lo tiene, pero te has metido en una cuestión de escalas. Qué persigue la adolescencia? Madurar el cuerpo y la mente. Para qué? Para que te puedas reproducir. Reproducirte para qué? Para perpetuar la especie. Perpetuar la especie para qué? Aquí es donde yo le pierdo el rastro al objetivo de la adolescencia. Seguramente tú podrías darme un argumento válido, pero podría seguir preguntando hasta llegar a un punto en el que el objetivo racional se difumina por completo.
Cuando hablo de una cuestión de escalas me refiero literalmente a lo que esta sentencia denota; tú dices que el mundo está mal, porque lo comparas respecto a tu periodo de vida como ser humano en este planeta; si vives 90 años y has pasado 45 de hambruna, afirmarás taxativamente que la humanidad va mal, pero si vivieras 5000 años y hubieras pasado 45 de hambruna, lo recordarías como una mera anécdota, algo casi cómico de lo que acabarías haciendo un chiste.
Puedes encontrar un ejemplo muy parecido en el mundo de la hidrología. Es curioso qué rápido afirman algunos que el mundo está evolucionando hacía la sequía, o que llueve menos que antes. Mirando para atrás, no creo que tengamos más de 200 o 300 años de datos pluviales, hidrológicos y de viento, mientras que La Tierra lleva millones de años siendo "como la vemos ahora". Lanzar hipótesis con unos pocos siglos de información, cuando estos ciclos son de milenios o incluso de millones de años, es, cuando menos, atrevido.
Mientras la perspectiva de tiempo con la que analizas una cosa es inversamente proporcional a la existencia de un objetivo tangible, si analizas un rango de tiempo determinado, se hace necesaria la existencia de éste. Es, por decirlo de algún modo, como si el objetivo del universo divergiera cuando nos acercamos a un tiempo suficientemente largo o incluso infinito.
Y es precisamente esta condición la que puede crear las inestabilidades en una sociedad de personas que buscan un fin en sus vidas antes de que llegue el fin de su vidas; es por ello que nos empeñamos en disfrutar de la vida haciendo cosas extravagantes y comprando objetos caros. Pero decir que este comportamiento es errático, es decir algo incompleto, ya que puede resultar de tal modo si lo comparas con una fugaz vida, pero no es más que un indivisible lapso de tiempo de un gran plan que nadie planeó y de un entendimiento que nadie entiende. Por qué nos encontramos en este punto? Porque sí. Saldremos de esta etapa? Claro que sí. Con qué resultado? Nadie lo sabe. Cuál es la solución a este problema?
La cuestión es que no hay solución posible si el objetivo no está definido; es más, ni siquiera se puede hablar de la existencia de un problema, ya que esto implicaría la desviación respecto de un comportamiento esperado, de un plan, que es inexistente para este caso; o al menos inexistente para nuestra comprensión.
Le comentaba que en mi opinión esta empresa es bastante más compleja de lo que parece, pero a su vez, mucho más sencilla de lo que resulta. El mundo está como está porque es así como ha de estar. Si bien es cierto que con mucho tino uno puede ver a través de la ventana que algo no funciona bien en la sociedad, también es cierto que este aparente caos mundial se equilibrará por si mismo ya que, como se expresa en la locución latina: vita mutatur non tollitur, el universo transforma las cosas en un plan claramente incomprensible por la racional mente humana y es más, me atrevería a decir que carente de sentido, en términos de un objetivo final. Un claro ejemplo de esto sucede en nuestro propio cuerpo; uno no decide dejar de ser adolescente, es algo que sencillamente sucede llegado el propicio momento. Y no puedes dejar de ser adolescente cuando lo eres, ni puedes ser adolescente cuando no le eres puesto que esta condición depende de tu naturaleza fundamental y no de criterios tomados conscientemente por una cabeza pensante. Podrías decirme que la adolescencia tiene un objetivo y en efecto lo tiene, pero te has metido en una cuestión de escalas. Qué persigue la adolescencia? Madurar el cuerpo y la mente. Para qué? Para que te puedas reproducir. Reproducirte para qué? Para perpetuar la especie. Perpetuar la especie para qué? Aquí es donde yo le pierdo el rastro al objetivo de la adolescencia. Seguramente tú podrías darme un argumento válido, pero podría seguir preguntando hasta llegar a un punto en el que el objetivo racional se difumina por completo.
Cuando hablo de una cuestión de escalas me refiero literalmente a lo que esta sentencia denota; tú dices que el mundo está mal, porque lo comparas respecto a tu periodo de vida como ser humano en este planeta; si vives 90 años y has pasado 45 de hambruna, afirmarás taxativamente que la humanidad va mal, pero si vivieras 5000 años y hubieras pasado 45 de hambruna, lo recordarías como una mera anécdota, algo casi cómico de lo que acabarías haciendo un chiste.
Puedes encontrar un ejemplo muy parecido en el mundo de la hidrología. Es curioso qué rápido afirman algunos que el mundo está evolucionando hacía la sequía, o que llueve menos que antes. Mirando para atrás, no creo que tengamos más de 200 o 300 años de datos pluviales, hidrológicos y de viento, mientras que La Tierra lleva millones de años siendo "como la vemos ahora". Lanzar hipótesis con unos pocos siglos de información, cuando estos ciclos son de milenios o incluso de millones de años, es, cuando menos, atrevido.
Mientras la perspectiva de tiempo con la que analizas una cosa es inversamente proporcional a la existencia de un objetivo tangible, si analizas un rango de tiempo determinado, se hace necesaria la existencia de éste. Es, por decirlo de algún modo, como si el objetivo del universo divergiera cuando nos acercamos a un tiempo suficientemente largo o incluso infinito.
Y es precisamente esta condición la que puede crear las inestabilidades en una sociedad de personas que buscan un fin en sus vidas antes de que llegue el fin de su vidas; es por ello que nos empeñamos en disfrutar de la vida haciendo cosas extravagantes y comprando objetos caros. Pero decir que este comportamiento es errático, es decir algo incompleto, ya que puede resultar de tal modo si lo comparas con una fugaz vida, pero no es más que un indivisible lapso de tiempo de un gran plan que nadie planeó y de un entendimiento que nadie entiende. Por qué nos encontramos en este punto? Porque sí. Saldremos de esta etapa? Claro que sí. Con qué resultado? Nadie lo sabe. Cuál es la solución a este problema?
La cuestión es que no hay solución posible si el objetivo no está definido; es más, ni siquiera se puede hablar de la existencia de un problema, ya que esto implicaría la desviación respecto de un comportamiento esperado, de un plan, que es inexistente para este caso; o al menos inexistente para nuestra comprensión.
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