Llueve
mansamente y sin parar, llueve sin ganas pero con una infinita
paciencia, como toda la vida, mas
la lluvia en esta ocasión moja más.“¿Por qué será?”,
se preguntarán.
Amigos,
están ustedes equivocados si creen que al cielo mirando obnubilados
respuesta alguna hallarán, pues, estando yo otrora largo tiempo
sentado, en una butaca de tacto aterciopelado, descubrí por pura
coincidencia, maravillas
de la ciencia, que no son las nubes las que nuestro futuro en agua
están ahogando, si no personas que en beneficio propio de nosotros
se están lucrando.
Nunca
sabremos ni se sabrá, si con premeditación y alevosía,
estas personas con sus nubes cada día, nuestro sino mojarán. Mas
aún no estamos perdidos, pues en estos tiempos sin sentido, podemos
cobijarnos bajo el paraguas de la verdad.
Llueve
mansamente y sin parar; y mientras sigamos cegados, del mismo modo
lloverá.
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