...a la libertad, a la palabra, a la razón.
Esta sociedad es una anciana que inconscientemente camina hacia el mismo fin que el de su madre, solo que la edad ha borrado tan turbio recuerdo.
Cuando caminábamos por el angosto desfiladero, una brizna de mezquindad borro la luz de la sociedad y ahora, a ciegas, tratamos de recuperar desesperadamente aquello que ya se extinguió, en lugar de buscar la nueva luz al final del camino.
Muere lentamente la que se creyó inmortal. No hay salvación posible. Es tiempo de retorno. Hemos de volver a lo básico. Es tiempo del crecimiento endógeno. Cuando un barco se hunde, la primera maniobre es reparar la fisura del casco, retornarlo a su estado fundamental, renacer. Es tiempo para el renacimiento.
Todo el conocimiento adquirido es una pérdida de tiempo para luchar contra el retorno. Sólo podemos utilizarlo para empezar de nuevo. Somos tabaco prendido, consumido por los labios del tiempo, atrapado en el destino de su propia naturaleza.
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