No siempre encuentras un titulo que describa como te sientes. Las palabras, a veces, resultan escasas en lo que a descripcion se refiere. Estas en ese momento, verdad? Dialogas contigo mismo, en silencio, a oscuras, mientras otro cigarro se consume y te recuerda que es inevitable que lo que tenga que pasar, pasara. No hay gloria en tu vida, hoy no.
Es en ese momento cuando se te enciende una bombilla y enciendes una bombilla para situarte delante de un espejo. Te miras fijamente. Notas todas tus imperfecciones, percibes el paso de los anyos, de la vida, que mellan cada una de tus celulas mostrando que es imposible luchar contra el tiempo. Y lo asumes, sin cuestionartelo, porque sabes que cualquier cuestion al respecto no es mas que una mera perdida de tiempo. Por que te empenyas entonces en tratar de formalizar todo con absurda verborrea que distorsiona tras lo que verdaderamente se esconde tras ella? Mirate en el espejo y di todo lo que te tengas que decir, pero sin utilizar ni una palabra, sin emplear el pensamiento. Fijate intensamente en como tus propias pupilasse contraen. Es en ese justo momento cuando te lo estas diciendo todo.
Tras este ejercicio, desconecta de este gran, a la par que breve, momento de lucidez que has vivido, en el que has sabido cual es tu lugar en el mundo y donde has constatado que el mundo no es mas que otro lugar y conectate a la caja tonta. Pongas el canal que pongas yo te dire lo que estas viendo; verborrea, mentiras, negocio, dinero; basura. Cuando te pongas delante de un programa de tertulia, tan popularizados ultimamente en parte porque saben que la guerra se acerca y hay que ir lavando mentes y llegues al momento en el que lo que oyes no es mas que miseria cuyo unico estimulo que produce en tu cerebro es la risa floja, sabras que has alcanzado el estadio de la autocritica, en el que toda palabra sobra y al cual le sobran palabras que lo puedan describir.
Vives en un mundo sin titulo, sin pie de imagen y sin cabecera que den informacion objetiva y real sobre lo que en el acaece. No olvides que los titulos y en definitiva, las palabras son una potentisima arma que desatan en nuestra especie ese afan de formar parte de un rebanyo. Es como si la palabra fuera el fin en si mismo; al oir ciertas cosas, apelamos a lo absurdo y hacemos lo que sea necesario por defender algo en lo que ni siquiera sabemos que creemos y que no entendemos.
Es curioso que leyendo palabras te des cuenta de que no hay que leer palabras; o, dicho de otro modo, las palabras leidas sin autocritica, dificilmente pueden ayudar; siempre hay que buscar el enfoque de cada una de las pabras plasmadas, mirar su alma, al igual que viste la tuya propia en el espejo. Aprende a mirar las palbras, no a leerlas y veras entonces su verdadero significado.
Es en ese momento cuando se te enciende una bombilla y enciendes una bombilla para situarte delante de un espejo. Te miras fijamente. Notas todas tus imperfecciones, percibes el paso de los anyos, de la vida, que mellan cada una de tus celulas mostrando que es imposible luchar contra el tiempo. Y lo asumes, sin cuestionartelo, porque sabes que cualquier cuestion al respecto no es mas que una mera perdida de tiempo. Por que te empenyas entonces en tratar de formalizar todo con absurda verborrea que distorsiona tras lo que verdaderamente se esconde tras ella? Mirate en el espejo y di todo lo que te tengas que decir, pero sin utilizar ni una palabra, sin emplear el pensamiento. Fijate intensamente en como tus propias pupilasse contraen. Es en ese justo momento cuando te lo estas diciendo todo.
Tras este ejercicio, desconecta de este gran, a la par que breve, momento de lucidez que has vivido, en el que has sabido cual es tu lugar en el mundo y donde has constatado que el mundo no es mas que otro lugar y conectate a la caja tonta. Pongas el canal que pongas yo te dire lo que estas viendo; verborrea, mentiras, negocio, dinero; basura. Cuando te pongas delante de un programa de tertulia, tan popularizados ultimamente en parte porque saben que la guerra se acerca y hay que ir lavando mentes y llegues al momento en el que lo que oyes no es mas que miseria cuyo unico estimulo que produce en tu cerebro es la risa floja, sabras que has alcanzado el estadio de la autocritica, en el que toda palabra sobra y al cual le sobran palabras que lo puedan describir.
Vives en un mundo sin titulo, sin pie de imagen y sin cabecera que den informacion objetiva y real sobre lo que en el acaece. No olvides que los titulos y en definitiva, las palabras son una potentisima arma que desatan en nuestra especie ese afan de formar parte de un rebanyo. Es como si la palabra fuera el fin en si mismo; al oir ciertas cosas, apelamos a lo absurdo y hacemos lo que sea necesario por defender algo en lo que ni siquiera sabemos que creemos y que no entendemos.
Es curioso que leyendo palabras te des cuenta de que no hay que leer palabras; o, dicho de otro modo, las palabras leidas sin autocritica, dificilmente pueden ayudar; siempre hay que buscar el enfoque de cada una de las pabras plasmadas, mirar su alma, al igual que viste la tuya propia en el espejo. Aprende a mirar las palbras, no a leerlas y veras entonces su verdadero significado.
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