Comenzaré por un ejemplo; en cada
rincón de la ciudad, cuando abres una revista, en las páginas más
importantes de cualquier periódico y, por supuesto, inundando esa
pequeña gran ventana a la que estamos tan enganchados, desde siempre
te han vendido que un coche es sinónimo de libertad; es más,
recuerdo hace unos años, que cursé una asignatura de medio
ambiente, donde ni se planteaba como hipótesis el avance de la
sociedad hacia un transporte público de uso masivo y generalizado,
alegando que un coche es libertad y, por tanto, acciones de este
estilo, atentaban contra la propia de los ciudadanos. Todo esto
sabiendo a ciencia cierta que el transporte es uno de los sectores
que más recursos energéticos gasta; no sólo en combustible
asociado directamente a su fuerza motriz sino, por otro lado, debido
a la enorme infraestructura necesaria para circular en coche con
seguridad.
Al parecer, cuando das el contacto de
tu coche, un mágico mundo de oportunidades infinitas se abre ante
ti, chicas guapas te miran sinuosas, los amigos te respetan, puedes
escalar montañas, trepar muros, no necesitas trabajar ni
alimentarte, cuando vas en coche, eres especial. Todo esto y mucho
más es lo que percibes en los 30 segundos en los que dura un anuncio
de cualquier coche.
Alguna vez te has parado a pensar que
un coche es, sin duda, una de las mayores herramientas de esclavitud
que el ser humano ha inventado en mucho tiempo? Y lo mejor de todo es
que además de resignarnos a ella, la ansiamos y deseamos
desesperadamente, pidiendo créditos desorbitadas y privándonos de
cosas más vitales para conseguir ésta.
Trabajar para poder comprarte un
coche para poder ir a trabajar; ahí radica precisamente la
espiral esclavizadora de los coches. Personalmente, el 90% del uso
que le doy al coche es para ir al trabajo y, créeme, no se me
acercan chicas guapas ni soy “el rey del mambo”. Dónde está la
libertad?
En definitiva este ejemplo del coche en
particular, es aplicable a una infinitud de casos en general;
desconfía de aquél que te “venda” libertad, pues la libertad no
se puede vender. Escribir lo que pienso no tiene precio y no lo haré
mejor o peor por usar como herramienta para tal fin un ordenador de
hace 3 años o el último modelo más avanzado; mis antepasados lo
hacían con un carboncillo sobre una piedra; no creo que sea más
libre por hacerlo con súper procesadores completamente
sobredimensionados para esta utilidad.
En esta era de obsesión por la
libertad es cuando más nos estamos autoesclavizando; trabajar sin
parar para comprar algo que te hará libre, es eso lo que entiendes
por libertad?
Allá donde mires percibes libertad,
pero, la tienes realmente? No eres más libre por poder elegir el
color de algún trasto innecesario que te obligan a comprar;
precisamente la verdadera libertad radicaría en poder decidir si
comprar o no ese trasto, sin que tu status dependiera de ello.
Y es aquí donde estriba el gran
desafío y sólo unos pocos valientes consiguen superarlo; si decides
no comprarte, por ejemplo, un coche, por el simple hecho de que eres
libre de no hacerlo y tu argumento es algo tan básico como que no lo
necesitas, ten por sentado que toda la gente de tu alrededor dará
por obvio que es que porque no te lo puedes permitir. Por eso te
invito a que hagas la siguiente reflexión: somos realmente libres
cuando nos obligamos a comprarnos cualquier cacharro inútil entre
nosotros mismos para no ser menos que el resto? Si fueras un esclavo
y tu amo te ofreciera la posibilidad de elegir entre varios trabajos
diferentes cada día, entonces dirías que eres libre?
Está genial la reflexión, muchas veces me he planteado renunciar a todas las pijadas innecesarias, el problema de esto es que basta un momento de debilidad para comprarte algo y tenerlo después 10 años.
ResponderEliminarY sí, la sociedad infiere que si tienes un móvil viejo, un coche viejo o pasas de llevar ropa de marca es porque no puedes permitírtelo. Luego ves que muchos de los que "se lo permiten" tienen 300k de hipoteca.
Vivimos en una cultura del eres lo que tienes que se ha degradado aún más al "eres lo que aparentas".
Totalmente de acuerdo Mac.
EliminarMe quedo con tu reflexión de que por un instante de debilidad, lo pagas durante años; completamente cierta, sin duda alguna.
Un saludo!